En 1899 nace Bernardo Salinas, hijo de Genoveva Salinas que dio origen y apellido a la rama de los Salinas.

En 1928 Bernardo Salinas enfermero, comerciante, se radica en Ventura Alegre y 24 de Octubre de Ituzaingó en casa de barro, mudándose dos años después a la calle Zufriategui entre Olavarría y Paulino Rojas.

En 1924 se casa con Fortunata Carmen Barbato, hija de Cayetano Barbato y Juana Ramona Difrancesco.

El matrimonio Salinas / Barbato tuvo cinco hijos:

1.       Enrique Mario Salinas, casado con Jacinta Vallejos, lechero con dos hijos: Stella Maris Salinas y Bernardo Salinas.

2.       Sergio Oscar Salinas, casado con Isabel Elena Orsi, lechero con tres hijos: Hugo Osvaldo Salinas, Sergio Oscar Salinas e Isabel Salinas.

3.       Ernesto Néstor Salinas casado con Sara Meccia, carnicero con dos hijos: a) Ernesto Rubén Salinas, empresario casado con Graciela Romanelli empresaria dos hijos, # Laura Cecilia Salinas, contadora casada con Pablo Andrés Reynoso, abogado dos hijos Camila Reynoso y Nicolás Reynoso. #Pablo Javier Salinas licenciado en Ciencias Políticas, B) Carlos Alberto Salinas, empleado casado con Rosana Ferreyra Díaz empleada una hija Victoria Salinas.

4.       Atilio Rubén Salinas, lechero casado con Rosa Mussi cuatro hijos Carmen Salinas, Rubén Salinas, Marcelo Salinas y Rosa Salinas.

5.       Hugo Osvaldo Salinas, lechero casado con Magdalena Elsa Pertini, dos hijas Mónica Graciela Salinas, casada docente, una hija Selva y Ayelén Tuñón y Patricia Alejandra Salinas, empleada casada sin hijos residente en EE.UU.

Bernardo Salinas de bajo perfil y callado no dudaba en ser el primer auxilio cuando ocurrían accidentes ferroviarios entre las barreras 78 y 80 por ser enfermero. Los cinco hermanos Salinas estudiaron en la escuela n° 6 (hoy n° 1) siempre solidarios y futboleros integrando indistintamente los equipos de Santa Rosa, el CAI y la Prole, Enrique cofundador de la cooperativa Futuro de Ituzaingó; Ernesto integrante de la Comisión Directiva del Club Santa Rosa y Atilio en el CAI.

Contaron que cuando niños iban a la estación de servicio de Arnal en Blas Parera y Rivadavia donde cargaban nafta el futbolista Arsenio Enrico y el jockey Ireneo Leguizamo quien aconsejaba a los chicos no apostar a las carreras de caballos.

(Fuente: Ernesto Rubén Salinas)